La paleontología de la provincia del Chubut sigue generando excelentes noticias relacionadas al último gran hallazgo ocurrido el año pasado en un campo al oeste de Trelew. Desde hace un tiempo, se encuentran en nuestra zona especialistas canadienses que han comenzado a trabajar en la reconstrucción del gran dinosaurio depositado en el Museo Paleontológico Egidio Feruglio.
El propósito es replicar los enormes fósiles en impresión 3D para luego reconstruir el animal completo. Según los expertos, será un proceso complejo dado el tamaño y características de este animal, que, tal como se afirmara en mayo pasado, no tiene rival en cuanto a peso y tamaño.
El más grande conocido
El hallazgo en Chubut del dinosaurio más grande conocido permitirá resolver preguntas sobre la condición climática extraordinaria de la Patagonia hace millones de años y estudiar el tamaño corporal gigante como intento de escape de los herbívoros a la predación de los carnívoros, afirmó el director de la campaña.
“El dinosaurio saurópodo, herbívoro, de largos cuello y cola y un cráneo pequeño en relación al resto del cuerpo podía aumentar más de 6.000 kilos al año”, contó el paleontólogo José Luis Carballido, director de la campaña que recuperó el ejemplar el año pasado.
Carballido atribuyó el gran impacto mundial del trascendente hallazgo a que “a la gente le fascina tanto como a nosotros un nuevo dinosaurio, y evidentemente el tamaño de los huesos de este ejemplar llama la atención”. Además, “la enorme cantidad de restos encontrados -unos 200 hasta ahora-, pertenecientes a más de siete ejemplares, representa el hallazgo más completo de este tipo de dinosaurios a nivel mundial, lo cual permitirá avanzar mucho más en el conocimiento de este grupo de dinosaurios”.
¿Fue la Patagonia un lugar particularmente habitado por dinosaurios? “La pregunta no es por qué en la Patagonia había tantos dinosaurios, sino por qué los encontramos ahí”, replicó. “En la Patagonia podemos hacer estudios de afloramientos cretácicos gracias a los ambientes desérticos y a la erosión que permite que caminemos sobre rocas cretácicas: en Misiones no se encuentran dinosaurios porque está la selva arriba de las rocas”.
El investigador enfatizó como uno de los puntos importantes del hallazgo que va a permitir empezar a contestar varias de esas preguntas el porte de los ejemplares. “Pertenecen a los principios del Cretácico Superior -entre 100 y 90 millones de años, de cuando tenemos al gigante Argentinosaurus huinculensis en Neuquén-, estos huesos de una nueva especie que debe haber tenido evidentemente una condición climática excelente”, observó.
El nuevo dinosaurio se convierte en el más grande conocido, alcanzando una masa corporal de 77 toneladas métricas -quizás mayor-, superando al menos en 5 toneladas al Argentinosaurus. El largo del animal probablemente alcanzó los 40 metros desde la cabeza hasta la cola, y su altura debió haber alcanzado, con el cuello erguido, probablemente unos 20 metros.
La principal hipótesis es que el tamaño corporal tiene relación con el intento de escape a la predación, llamado también “carrera armanetista”, por la que un herbívoro puede eludir a un carnívoro. “Ocurre en cualquier ecosistema actual, por ejemplo con el elefante, que pasa a ser inmune a la predación porque se hace energéticamente costoso y riesgoso atacarlo”, precisó.
Carballido contó que los paleontólogos y técnicos del Museo “Egidio Feruglio” (MEF), en Trelew, encontraron “varios ejemplares adultos diferentes, a los que seguro no atacó ningún predador”. Al ser más difíciles de depredar, los ejemplares enormes van dejando mayor descendencia -también observada en la megafauna pampeana de los peludos de tres metros y osos y pájaros enormes-, pero para su desventaja, son más lentos a los cambios ambientales. “Este linaje de gigantes no llegó a los 60 millones de años, cuando se extinguieron los dinosaurios, porque evidentemente hubo un cambio en el ambiente, no se adaptaron y terminaron por extinguirse”, indicó. Un grupo de especialistas fue reunido para abordar tanta variedad: Leonardo Salgado, experto en saurópodos; Alejandro Otero, especialista en La Plata de la reconstrucción muscular de dinosaurios; el histólogo Ignacio Cerda y otros investigadores de universidades argentinas. Al destapar un tesoro como el encontrado, sigue una actividad de experto forense: observar la posición de los cuerpos respecto al sitio de los huesos y hacer un mapa de lo que se saca. Todo comenzó en el Establecimiento La Flecha (Sucesión Mayo), a unos 260 kilómetros al Oeste de Trelew, unos 25 kilómetros al Sur de la Ruta 25, en dirección al paraje El Sombrero.
En ese lugar, un avezado peón rural marcó el sitio del hallazgo sobre el que trabaja un grupo que lidera Carballido junto a Diego Pol, con la asistencia del departamento técnico del MEF encabezado por Pablo Puerta.
La paleontología de la provincia del Chubut sigue generando excelentes noticias relacionadas al último gran hallazgo ocurrido el año pasado en un campo al oeste de Trelew. Desde hace un tiempo, se encuentran en nuestra zona especialistas canadienses que han comenzado a trabajar en la reconstrucción del gran dinosaurio depositado en el Museo Paleontológico Egidio Feruglio.
El propósito es replicar los enormes fósiles en impresión 3D para luego reconstruir el animal completo. Según los expertos, será un proceso complejo dado el tamaño y características de este animal, que, tal como se afirmara en mayo pasado, no tiene rival en cuanto a peso y tamaño.
El más grande conocido
El hallazgo en Chubut del dinosaurio más grande conocido permitirá resolver preguntas sobre la condición climática extraordinaria de la Patagonia hace millones de años y estudiar el tamaño corporal gigante como intento de escape de los herbívoros a la predación de los carnívoros, afirmó el director de la campaña.
“El dinosaurio saurópodo, herbívoro, de largos cuello y cola y un cráneo pequeño en relación al resto del cuerpo podía aumentar más de 6.000 kilos al año”, contó el paleontólogo José Luis Carballido, director de la campaña que recuperó el ejemplar el año pasado.
Carballido atribuyó el gran impacto mundial del trascendente hallazgo a que “a la gente le fascina tanto como a nosotros un nuevo dinosaurio, y evidentemente el tamaño de los huesos de este ejemplar llama la atención”. Además, “la enorme cantidad de restos encontrados -unos 200 hasta ahora-, pertenecientes a más de siete ejemplares, representa el hallazgo más completo de este tipo de dinosaurios a nivel mundial, lo cual permitirá avanzar mucho más en el conocimiento de este grupo de dinosaurios”.
¿Fue la Patagonia un lugar particularmente habitado por dinosaurios? “La pregunta no es por qué en la Patagonia había tantos dinosaurios, sino por qué los encontramos ahí”, replicó. “En la Patagonia podemos hacer estudios de afloramientos cretácicos gracias a los ambientes desérticos y a la erosión que permite que caminemos sobre rocas cretácicas: en Misiones no se encuentran dinosaurios porque está la selva arriba de las rocas”.
El investigador enfatizó como uno de los puntos importantes del hallazgo que va a permitir empezar a contestar varias de esas preguntas el porte de los ejemplares. “Pertenecen a los principios del Cretácico Superior -entre 100 y 90 millones de años, de cuando tenemos al gigante Argentinosaurus huinculensis en Neuquén-, estos huesos de una nueva especie que debe haber tenido evidentemente una condición climática excelente”, observó.
El nuevo dinosaurio se convierte en el más grande conocido, alcanzando una masa corporal de 77 toneladas métricas -quizás mayor-, superando al menos en 5 toneladas al Argentinosaurus. El largo del animal probablemente alcanzó los 40 metros desde la cabeza hasta la cola, y su altura debió haber alcanzado, con el cuello erguido, probablemente unos 20 metros.
La principal hipótesis es que el tamaño corporal tiene relación con el intento de escape a la predación, llamado también “carrera armanetista”, por la que un herbívoro puede eludir a un carnívoro. “Ocurre en cualquier ecosistema actual, por ejemplo con el elefante, que pasa a ser inmune a la predación porque se hace energéticamente costoso y riesgoso atacarlo”, precisó.
Carballido contó que los paleontólogos y técnicos del Museo “Egidio Feruglio” (MEF), en Trelew, encontraron “varios ejemplares adultos diferentes, a los que seguro no atacó ningún predador”. Al ser más difíciles de depredar, los ejemplares enormes van dejando mayor descendencia -también observada en la megafauna pampeana de los peludos de tres metros y osos y pájaros enormes-, pero para su desventaja, son más lentos a los cambios ambientales. “Este linaje de gigantes no llegó a los 60 millones de años, cuando se extinguieron los dinosaurios, porque evidentemente hubo un cambio en el ambiente, no se adaptaron y terminaron por extinguirse”, indicó. Un grupo de especialistas fue reunido para abordar tanta variedad: Leonardo Salgado, experto en saurópodos; Alejandro Otero, especialista en La Plata de la reconstrucción muscular de dinosaurios; el histólogo Ignacio Cerda y otros investigadores de universidades argentinas. Al destapar un tesoro como el encontrado, sigue una actividad de experto forense: observar la posición de los cuerpos respecto al sitio de los huesos y hacer un mapa de lo que se saca. Todo comenzó en el Establecimiento La Flecha (Sucesión Mayo), a unos 260 kilómetros al Oeste de Trelew, unos 25 kilómetros al Sur de la Ruta 25, en dirección al paraje El Sombrero.
En ese lugar, un avezado peón rural marcó el sitio del hallazgo sobre el que trabaja un grupo que lidera Carballido junto a Diego Pol, con la asistencia del departamento técnico del MEF encabezado por Pablo Puerta.