El texto de la ley petrolera salió por consenso pero la batalla por el recurso recién comienza

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20 SEP 2014 - 22:30 | Actualizado

Después de tanta tensión entre el Gobierno nacional y los gobernadores de las provincias petroleras, principalmente el chubutense Martín Buzzi y el neuquino Jorge Sapag, la foto distendida del martes pasado por la noche en la Quinta de Olivos, que ilustra esta Columna, pareció ponerle el broche final a una larga puja de intereses por saber quién se quedará con el control del negocio petrolero en las próximas décadas.

Sin embargo, el trabajoso consenso que se consiguió para cerrar un texto que ya está esperando en el Senado de la Nación iniciar su camino parlamentario, no significa ni de cerca el final de la historia.

Aunque estratégicamente se eligió el Senado para que el proyecto tenga menos resistencias que las que podría tener en la Cámara de Diputados, tampoco es seguro que las provincias petroleras convenzan a todos sus senadores de aprobar a libro cerrado el texto elevado el miércoles.

En Chubut, por caso, si no hay un acuerdo de fondo y se aceptan modificaciones que propondrán sectores de la oposición, tanto el Gobierno nacional como el provincial sólo tienen asegurado el voto del senador Marcelo Guinle, ya que ni la dasnevista Graciela Di Perna ni el radical Mario Cimadevilla levantarán sus manos en estas condiciones.

La batalla que viene por aprobar la nueva ley de hidrocarburos será casi tan dura como la que se libró entre la Nación y las provincias para llegar a un texto consensuado. Es que si bien la firma del acuerdo de la Presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, y los gobernadores de la OFEPHI fijó ciertas pautas de equilibrio entre las partes, aún es muy pronto para saber quién ganó esta primera batalla por imponer las reglas.

Es por menos exagerado el optimismo que el propio gobernador Buzzi y sus funcionarios más cercanos expresaron en las horas posteriores al acuerdo petrolero. Sobre todo, porque el partido aún se está jugando y faltan muchos minutos para que termine.

Entre líneas

Los distintos analistas del sector energético que esta semana se expresaron tras la firma del acuerdo, coincidieron en señalar a Sapag y al CEO de YPF, Miguel Galuccio –autor intelectual del proyecto– como los “ganadores” de esta primera instancia. Algunos también suman a este dúo a Buzzi porque es innegable que el chubutense se puso al hombro la puja pública. Inclusive, fue el único gobernador que escuchó estoico aquel discurso presidencial en tono enojado que Cristina le dedicó a las provincias petroleras.

Sapag y Galuccio, a diferencia de Buzzi, sacaron ventajas económicas del texto consensuado. El neuquino logró mantener todos los mecanismos de captura de renta que tiene su provincia (incluido el carry, aunque muchos lo nieguen). Y, además, hizo incluir un bono de ingreso y otro de renegociación por el 2% de las reservas.

En Neuquén también se adjudican haber instituido el “modelo neuquino” de regalías, que se mantuvo en el 12%, con una alícuota que puede subir al 15% en la primera prórroga y hasta 18% en la segunda.

El CEO de YPF consiguió beneficios para su empresa y para todas las operadoras actuales, que con la nueva ley podrán quedarse con las áreas por un largo tiempo. YPF, por ejemplo, podrá obtener una concesión shale por 35 años, renovable de a tramos de 10 años pero de forma infinita en el tiempo.

Igualmente, las petroleras ya comenzaron a mirar entre líneas el proyecto y comienzan a hacer saber sus dudas y resistencias.

Cambios claves

La nueva ley petrolera establece cambios centrales en relación a la Nº 17.319 que fue sancionada en 1967, época en que gobernaba el dictador Juan Carlos Onganía y que todavía es la norma vigente.

El más importante es que fija pautas para un negocio que no existía en aquellos años, el “shale”, que es denominado en el texto de la nueva ley como “no convencional”.

En primer lugar, el proyecto habla de los no convencionales y establece concesiones diferenciales, De este modo, las petroleras podrán pedir una concesión “shale” por 35 años en una porción más chica de su bloque, renovables por otros 10 años.

Además, establece nuevos plazos de concesión y de prórrogas: achica el período exploratorio de 9 a 6 años; deja en 25 años la concesión convencional; en 30 años la “off shore” 8 (en el mar) y en 35 la no convencional. Con prórrogas por 10 años de forma indefinida, algo que la ley anterior no contemplaba.

También modifica la renta provincial porque la actual ley permitía atajos para que las provincias creen mecanismo de generación de renta (a través de impuestos), y la nueva sólo permite un bono de ingreso y de prórroga con un tope.

El beneficio es que ahora las regalías ya no tienen el techo actual del 12% y pueden llegar hasta 18% en futuras extensiones de contratos.

Se viene la cumbre

Sobre estas cuestiones, y otras dudas que aporta la ley hablará mañana el diputado nacional Mario Das Neves cuando se reúna con el gobernador Buzzi en Rawson.

Das Neves se mostró cauto en las primeras horas tras la firma del acuerdo con Nación, pero no perdió ni un minuto y realizó varias llamadas y mantuvo varias reuniones con sus asesores económicos para que lo ayuden a determinar cuánto de bueno y cuánto de malo tiene el texto firmado en Olivos.

El legislador nacional agradeció el gesto de Buzzi de llamarlo para hablar del tema y mandarle el texto final que ingresó al Senado. Pero está claro que en la reunión de mañana en Rawson le hará saber todas sus dudas sobre lo firmado y sus propuestas de modificaciones.

Ese será el eje de la discusión a partir de ahora: tanto Buzzi como el resto de los gobernadores deberán negociar con sus opositores del Senado y de Diputados (en donde finalmente se jugará el destino de la ley) las modificaciones que harán menos traumática la aprobación de la nueva norma.

De lo contrario, la puja será dura y la ley dependerá del tradicional “poroteo” político y no de una discusión seria que proteja los intereses de las provincias petroleras.

Paso a paso

La discusión por la implementación de las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) en Chubut tomó un rumbo inesperado. Es que los casi imposibles 21 votos de 27 que el Gobierno provincial necesitaba para imponer el proyecto en la Legislatura, esta semana ya no parecieron tan difíciles de alcanzar.

La oposición del bloque de Chubut Somos Todos al proyecto oficial sigue impertérrita. Sin embargo, sus nuevos aliados del “interbloque” del Frente para la Victoria, que habían prometido su negativa, ahora se encargaron de sembrar dudas.

A través de una gacetilla de prensa oficial de la Legislatura del Chubut , los legisladores Eduardo Daniel, Juan Ale, María José Llanes, Adolfo Mariñanco, Elba Willhuber, Alejandra Johnson Táccari y Exequiel Villagra (del interbloque), más el socialista Anselmo Montes y el “neomacrista” Oscar Petersen, expresaron su apoyo al proyecto impulsado por el gobernador Buzzi.

De repente, aparecieron 16 votos a favor (sumados los legisladores del Frente para la Victoria que siguen cerca del Gobierno) y ya hubo contactos con los tres integrantes del bloque del PJ (José Karamarko, Gustavo Muñiz y Carlos Gómez) y los dos de la UCR (Roberto Risso y José Luis Lizurume).

Si las gestiones avanzan, estarían los 21 votos. Pero en el dasnevismo insisten que hay al menos dos legisladores del interbloque que aseguran “sotto voce” que no levantarán sus manos.

En la actual Legislatura, todo puede ser.

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20 SEP 2014 - 22:30

Después de tanta tensión entre el Gobierno nacional y los gobernadores de las provincias petroleras, principalmente el chubutense Martín Buzzi y el neuquino Jorge Sapag, la foto distendida del martes pasado por la noche en la Quinta de Olivos, que ilustra esta Columna, pareció ponerle el broche final a una larga puja de intereses por saber quién se quedará con el control del negocio petrolero en las próximas décadas.

Sin embargo, el trabajoso consenso que se consiguió para cerrar un texto que ya está esperando en el Senado de la Nación iniciar su camino parlamentario, no significa ni de cerca el final de la historia.

Aunque estratégicamente se eligió el Senado para que el proyecto tenga menos resistencias que las que podría tener en la Cámara de Diputados, tampoco es seguro que las provincias petroleras convenzan a todos sus senadores de aprobar a libro cerrado el texto elevado el miércoles.

En Chubut, por caso, si no hay un acuerdo de fondo y se aceptan modificaciones que propondrán sectores de la oposición, tanto el Gobierno nacional como el provincial sólo tienen asegurado el voto del senador Marcelo Guinle, ya que ni la dasnevista Graciela Di Perna ni el radical Mario Cimadevilla levantarán sus manos en estas condiciones.

La batalla que viene por aprobar la nueva ley de hidrocarburos será casi tan dura como la que se libró entre la Nación y las provincias para llegar a un texto consensuado. Es que si bien la firma del acuerdo de la Presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, y los gobernadores de la OFEPHI fijó ciertas pautas de equilibrio entre las partes, aún es muy pronto para saber quién ganó esta primera batalla por imponer las reglas.

Es por menos exagerado el optimismo que el propio gobernador Buzzi y sus funcionarios más cercanos expresaron en las horas posteriores al acuerdo petrolero. Sobre todo, porque el partido aún se está jugando y faltan muchos minutos para que termine.

Entre líneas

Los distintos analistas del sector energético que esta semana se expresaron tras la firma del acuerdo, coincidieron en señalar a Sapag y al CEO de YPF, Miguel Galuccio –autor intelectual del proyecto– como los “ganadores” de esta primera instancia. Algunos también suman a este dúo a Buzzi porque es innegable que el chubutense se puso al hombro la puja pública. Inclusive, fue el único gobernador que escuchó estoico aquel discurso presidencial en tono enojado que Cristina le dedicó a las provincias petroleras.

Sapag y Galuccio, a diferencia de Buzzi, sacaron ventajas económicas del texto consensuado. El neuquino logró mantener todos los mecanismos de captura de renta que tiene su provincia (incluido el carry, aunque muchos lo nieguen). Y, además, hizo incluir un bono de ingreso y otro de renegociación por el 2% de las reservas.

En Neuquén también se adjudican haber instituido el “modelo neuquino” de regalías, que se mantuvo en el 12%, con una alícuota que puede subir al 15% en la primera prórroga y hasta 18% en la segunda.

El CEO de YPF consiguió beneficios para su empresa y para todas las operadoras actuales, que con la nueva ley podrán quedarse con las áreas por un largo tiempo. YPF, por ejemplo, podrá obtener una concesión shale por 35 años, renovable de a tramos de 10 años pero de forma infinita en el tiempo.

Igualmente, las petroleras ya comenzaron a mirar entre líneas el proyecto y comienzan a hacer saber sus dudas y resistencias.

Cambios claves

La nueva ley petrolera establece cambios centrales en relación a la Nº 17.319 que fue sancionada en 1967, época en que gobernaba el dictador Juan Carlos Onganía y que todavía es la norma vigente.

El más importante es que fija pautas para un negocio que no existía en aquellos años, el “shale”, que es denominado en el texto de la nueva ley como “no convencional”.

En primer lugar, el proyecto habla de los no convencionales y establece concesiones diferenciales, De este modo, las petroleras podrán pedir una concesión “shale” por 35 años en una porción más chica de su bloque, renovables por otros 10 años.

Además, establece nuevos plazos de concesión y de prórrogas: achica el período exploratorio de 9 a 6 años; deja en 25 años la concesión convencional; en 30 años la “off shore” 8 (en el mar) y en 35 la no convencional. Con prórrogas por 10 años de forma indefinida, algo que la ley anterior no contemplaba.

También modifica la renta provincial porque la actual ley permitía atajos para que las provincias creen mecanismo de generación de renta (a través de impuestos), y la nueva sólo permite un bono de ingreso y de prórroga con un tope.

El beneficio es que ahora las regalías ya no tienen el techo actual del 12% y pueden llegar hasta 18% en futuras extensiones de contratos.

Se viene la cumbre

Sobre estas cuestiones, y otras dudas que aporta la ley hablará mañana el diputado nacional Mario Das Neves cuando se reúna con el gobernador Buzzi en Rawson.

Das Neves se mostró cauto en las primeras horas tras la firma del acuerdo con Nación, pero no perdió ni un minuto y realizó varias llamadas y mantuvo varias reuniones con sus asesores económicos para que lo ayuden a determinar cuánto de bueno y cuánto de malo tiene el texto firmado en Olivos.

El legislador nacional agradeció el gesto de Buzzi de llamarlo para hablar del tema y mandarle el texto final que ingresó al Senado. Pero está claro que en la reunión de mañana en Rawson le hará saber todas sus dudas sobre lo firmado y sus propuestas de modificaciones.

Ese será el eje de la discusión a partir de ahora: tanto Buzzi como el resto de los gobernadores deberán negociar con sus opositores del Senado y de Diputados (en donde finalmente se jugará el destino de la ley) las modificaciones que harán menos traumática la aprobación de la nueva norma.

De lo contrario, la puja será dura y la ley dependerá del tradicional “poroteo” político y no de una discusión seria que proteja los intereses de las provincias petroleras.

Paso a paso

La discusión por la implementación de las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) en Chubut tomó un rumbo inesperado. Es que los casi imposibles 21 votos de 27 que el Gobierno provincial necesitaba para imponer el proyecto en la Legislatura, esta semana ya no parecieron tan difíciles de alcanzar.

La oposición del bloque de Chubut Somos Todos al proyecto oficial sigue impertérrita. Sin embargo, sus nuevos aliados del “interbloque” del Frente para la Victoria, que habían prometido su negativa, ahora se encargaron de sembrar dudas.

A través de una gacetilla de prensa oficial de la Legislatura del Chubut , los legisladores Eduardo Daniel, Juan Ale, María José Llanes, Adolfo Mariñanco, Elba Willhuber, Alejandra Johnson Táccari y Exequiel Villagra (del interbloque), más el socialista Anselmo Montes y el “neomacrista” Oscar Petersen, expresaron su apoyo al proyecto impulsado por el gobernador Buzzi.

De repente, aparecieron 16 votos a favor (sumados los legisladores del Frente para la Victoria que siguen cerca del Gobierno) y ya hubo contactos con los tres integrantes del bloque del PJ (José Karamarko, Gustavo Muñiz y Carlos Gómez) y los dos de la UCR (Roberto Risso y José Luis Lizurume).

Si las gestiones avanzan, estarían los 21 votos. Pero en el dasnevismo insisten que hay al menos dos legisladores del interbloque que aseguran “sotto voce” que no levantarán sus manos.

En la actual Legislatura, todo puede ser.


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