El té galés en las capillas del Valle del Río Chubut

Jornada recorrió el Valle y algunas de sus centenarias capillas galesas, donde se sirvió el tradicional té galés.

28 JUL 2014 - 21:41 | Actualizado 30 SEP 2022 - 11:46

Desde pasado el mediodía, en las capillas Seion, Salem y Bethel se iniciaron los servicios de té, que se extendieron durante la tarde, y que se prolongaron hasta aproximadamente las 19 en algunas de las capillas mencionadas.

La primera parada fue la capilla Seion, ubicada frente a la Escuela 51. El edificio que fue inaugurado en 1912, tenía en su exterior una fila de quince personas, entre niños jóvenes y adultos, esperando poder ingresar.

En el interior del recinto la sala estaba con sus sillas y mesas repletas de gente disfrutando el té y las riquísimas tortas. En el sector de cocina, de entre una decena de laboriosas mujeres surgió Ida Williams que se hizo un momento en su trabajo para dialogar con Jornada. Williams, se refirió a la fecha y a la ceremonia del té galés, que en esta oportunidad convocó a una gran cantidad de personas, muchas de las que tuvieron que hacer cola para poder ingresar al recinto donde se brindaba el servicio.

“Siempre es algo especial y muy emotivo recordar la llegada de nuestros antepasados. También es muy lindo ver que la gente en esta fecha se acerca a disfrutar del servicio. Inclusive, hay gente que se ha ido de la zona hace mucho tiempo, sin embargo cuando llega esta fecha, vuelven para compartir el té.

Acá empezamos con el servicio a las dos de la tarde y ya había gente, así que la tarea es ardua. En la comisión somos tres, pero hay mucha gente que colabora con nosotros. La gente se va contenta a pesar que tiene que ir entrando por turnos por que la capacidad del la capilla es para 80 personas.

Hoy (por ayer) a las seis de la tarde terminamos y la capilla vuelve a ser capilla para el concierto. Este año tenemos un concierto hermoso con la presencia del grupo de música celta Melkisedek, luego un grupo folclórico llamado las voces de Bryn Gwyn, y un grupo de teatro llamado “La Trilla”.

A mitad del recorrido hicimos un alto en la capilla Salem, construida originalmente en 1887 y reconstruida en 1912. Su estructura externa de chapas de zinc, recubren la madera que conforma la estructura interna de la capilla. Pasadas las 16 eran más de cien las personas las que habían tomado el té y otras veinte esperaban pacientemente afuera, hasta que la persona que hacía las veces de portero se acercaba para decir que “hay lugar para diez personas más”.

En la capilla Bethel, Lidia Crespo de Pensado, hizo un alto en las intensas tareas de atender a los visitantes y habló con Jornada. “Estamos muy contentas porque la gente se ha acercado a pesar del frío y del barro.

Estamos trabajando a Capilla llena y muy contentos con la gran colaboración de alumnos y madres del Colegio Camwy, que han hecho tortas, tartas y complementan el servicio del té, y están haciendo un excelente trabajo”.

Mientras chicos y chicas de la escuela gaimense, iban y venían con tazas y platos, mientras alguien en la puertas hacía pasar a diez personas.

“Estamos desde hace un mes y medio organizándonos para este servicio de té. Es una tradición que la cooperadora del Colegio Camwy trabaje en este evento y se comparte lo que se recauda, en esta caso será para los chicos de la promoción de 5to año”.

Lidia Crespo de Pensado, está trabajando no sólo por las costumbres tradicionales de sus antepasados sino por la propia y la de sus retoños. “Estoy desde 1984, entonces estaba en la cooperadora por mis hijos, y siempre seguí colaborando. Ahora estoy en la Cooperadora por mi nieto, así que vengo acompañando a varias generaciones que han asistido al colegio”.

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28 JUL 2014 - 21:41

Desde pasado el mediodía, en las capillas Seion, Salem y Bethel se iniciaron los servicios de té, que se extendieron durante la tarde, y que se prolongaron hasta aproximadamente las 19 en algunas de las capillas mencionadas.

La primera parada fue la capilla Seion, ubicada frente a la Escuela 51. El edificio que fue inaugurado en 1912, tenía en su exterior una fila de quince personas, entre niños jóvenes y adultos, esperando poder ingresar.

En el interior del recinto la sala estaba con sus sillas y mesas repletas de gente disfrutando el té y las riquísimas tortas. En el sector de cocina, de entre una decena de laboriosas mujeres surgió Ida Williams que se hizo un momento en su trabajo para dialogar con Jornada. Williams, se refirió a la fecha y a la ceremonia del té galés, que en esta oportunidad convocó a una gran cantidad de personas, muchas de las que tuvieron que hacer cola para poder ingresar al recinto donde se brindaba el servicio.

“Siempre es algo especial y muy emotivo recordar la llegada de nuestros antepasados. También es muy lindo ver que la gente en esta fecha se acerca a disfrutar del servicio. Inclusive, hay gente que se ha ido de la zona hace mucho tiempo, sin embargo cuando llega esta fecha, vuelven para compartir el té.

Acá empezamos con el servicio a las dos de la tarde y ya había gente, así que la tarea es ardua. En la comisión somos tres, pero hay mucha gente que colabora con nosotros. La gente se va contenta a pesar que tiene que ir entrando por turnos por que la capacidad del la capilla es para 80 personas.

Hoy (por ayer) a las seis de la tarde terminamos y la capilla vuelve a ser capilla para el concierto. Este año tenemos un concierto hermoso con la presencia del grupo de música celta Melkisedek, luego un grupo folclórico llamado las voces de Bryn Gwyn, y un grupo de teatro llamado “La Trilla”.

A mitad del recorrido hicimos un alto en la capilla Salem, construida originalmente en 1887 y reconstruida en 1912. Su estructura externa de chapas de zinc, recubren la madera que conforma la estructura interna de la capilla. Pasadas las 16 eran más de cien las personas las que habían tomado el té y otras veinte esperaban pacientemente afuera, hasta que la persona que hacía las veces de portero se acercaba para decir que “hay lugar para diez personas más”.

En la capilla Bethel, Lidia Crespo de Pensado, hizo un alto en las intensas tareas de atender a los visitantes y habló con Jornada. “Estamos muy contentas porque la gente se ha acercado a pesar del frío y del barro.

Estamos trabajando a Capilla llena y muy contentos con la gran colaboración de alumnos y madres del Colegio Camwy, que han hecho tortas, tartas y complementan el servicio del té, y están haciendo un excelente trabajo”.

Mientras chicos y chicas de la escuela gaimense, iban y venían con tazas y platos, mientras alguien en la puertas hacía pasar a diez personas.

“Estamos desde hace un mes y medio organizándonos para este servicio de té. Es una tradición que la cooperadora del Colegio Camwy trabaje en este evento y se comparte lo que se recauda, en esta caso será para los chicos de la promoción de 5to año”.

Lidia Crespo de Pensado, está trabajando no sólo por las costumbres tradicionales de sus antepasados sino por la propia y la de sus retoños. “Estoy desde 1984, entonces estaba en la cooperadora por mis hijos, y siempre seguí colaborando. Ahora estoy en la Cooperadora por mi nieto, así que vengo acompañando a varias generaciones que han asistido al colegio”.


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